28 de septiembre de 2025

COLABORAMOS CON DIOS 1



Esta situación de aprendizaje quiere resaltar la importancia de colaborar todos para conseguir que el mundo sea mejor, desde los espacios más cercanos hasta las necesidades mas lejanas.

Con los relatos de los colaboradores de Dios, descubrirán que Dios tenía muchos amigos que , a lo largo de la historia, han estado a su lado haciendo un mundo mejor. Culminando la situación de aprendizaje invitándolos a pensar como gobernantes del mundo y a plantear situaciones que puedan solucionar algunos problemas.

Presentaremos relatos bíblicos en los que se muestra como los amigos de Dios colaboraron con él para construir un mundo mejor. 

Estos relatos nos hablaran de: la Creación, José, Samuel, David, Daniel y Jonás 

A partir de las experiencias de cada uno de ellos veremos la importancia de colaborar, como cristianos que somos, para que el mundo en que vivimos y en nuestros espacios mas cercanos reine la paz.



colaborar

1. 'Trabajar con otro o ayudarlo en la realización de una obra'. En el español general culto es intransitivo y suele llevar un complemento introducido por con, que expresa la persona con quien se colabora: «Los editores […] le pedían que siguiera colaborando con ellos» (GaMárquez Vivir [Col. 2002]). El asunto en el que se colabora se expresa con un complemento introducido por en o, raramente, a«¿No era su deber colaborar en la defensa de su patria?» (Volpi Klingsor [Méx. 1999])«Deseaba colaborar a disminuir las pérdidas que tenía el almacén» (DHoy [El Salv.] 11.10.2000). En el habla coloquial de algunos países americanos, especialmente en Colombia, el complemento de persona, cuando es pronominal, se expresa a menudo mediante un pronombre de dativo, uso que no se ha generalizado y conviene evitar en el habla formal: ⊗‍«Quería que yo le colaborara» (Tiempo [Col.] 1.7.1996); mejor colaborara con él.







 



LOS ARCÁNGELES

Se trata de seres incorpóreos, espirituales, perfectos, creadas por Dios al principio de los tiempos con el objetivo de hacerlos sus siervos y mensajeros.

La tarea de los tres Arcángeles, aparte de la contemplación de Dios, es comunicar al hombre de diferentes maneras su voluntad, ser una inspiración para los seres humanos, los catalizadores de la Gracia Divina para ellos.

La Sagrada Escritura atribuye a cada Arcángel una misión particular.

Miguel es el guerrero que lucha contra Satanás y sus emisarios (Gd 9; Ap 12, 7; cfr Zc 13, 1-2), el defensor de los que aman a Dios (Dn 10, 13.21), el protector del pueblo de Dios (Dn 12, 1).

Gabriel es uno de los espíritus más cercanos a Dios, frente a su Trono celestial (Lc 1, 19), quien le reveló a Daniel los secretos del plan de Dios (Dn 8, 16; 9, 21-22),  anunciado a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista (Lc 1, 11-20), y a María el de Jesús (Lc 1, 26-38).

Rafael está frente al trono de Dios (Tb 12, 15; cfr Ap 8, 2), acompaña y protege a Tobías en su peligroso viaje y cura a su padre de la ceguera y su futura esposa de la influencia del maligno.








ÁNGEL DE LA GUARDA

Según la tradición cristiana, cada uno de nosotros tiene un Ángel de guarda, que lo acompaña desde el momento de su nacimiento hasta el momento de la muerte, permaneciendo junto a él en cada momento de su vida. La idea de un espíritu, una entidad sobrenatural que sigue y supervisa a cada ser humano ya estaba presente en otras religiones y en la filosofía griega.

El Ángel de guarda, entonces, está ligado a cualquiera que viva en la gracia de Dios. Los padres de la iglesia como Tertuliano, San Agustín, San Ambrosio, San Juan Crisóstomo, San Jerónimo y San Gregorio de Nisa apoyaron la existencia de un Ángel de guarda para cada persona, y aunque todavía no existía una formulación dogmática en relación con esta figura, durante el Concilio de Trento (1545-1563) se declaró que cada ser humano tiene su propio Ángel.

A partir del siglo XVII, la difusión de la devoción popular aumentó y el Papa

Pablo V insertó la fiesta de los ángeles de guarda en el calendario.

Incluso en las representaciones sagradas y especialmente en las imágenes de devoción popular, los Ángeles de la guarda comenzaron a aparecer, generalmente representados en el acto de proteger a los niños del mal. De hecho, especialmente cuando somos niños se nos anima a hablar con nuestro ángel de la guarda y a dirigir nuestras oraciones.


  


 


 




Realizamos un dibujo colaborativo entre el grupo un ángel:





    QUEREMOS COLABORAR 
MEJOREMOS EL MUNDO




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