Cuando Jesús tenía unos treinta años empezó su vida pública. Fue al río Jordán, al encuentro de Juan Bautista, que era hijo de Zacarías y de Isabel, la prima de María.
Juan anunciaba la venida del Mesías. En las aguas del
Jordán él bautizaba a los pecadores que querían convertirse a Dios.
Jesús se acercó como uno más y se mezcló con los
pecadores para recibir el Bautismo. Juan el Bautista intentó quitarle la idea,
pero Jesús le dijo: “Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere”.
Juan lo bautizó. Jesús vio bajar sobre él al Espíritu de
Dios como una paloma y oyó la voz del Padre que decía: “Este es mi Hijo amado,
en quien me complazco”.
Después de su Bautismo Jesús empezó a actuar como Mesías.
Hablaba con las gentes y les enseñaba el amor de Dios. Hacía el bien a todos:
curaba, perdonaba, daba de comer, animaba...
Adaptación de Mateo 3,13-17
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