Moisés fue un líder bíblico elegido por Dios para liberar
a su pueblo, los israelitas, de la esclavitud en Egipto. Nació cuando el Faraón
ordenó matar a los niños israelitas, pero su madre lo escondió en una canasta
en el río Nilo. Fue encontrado y criado por la hija del Faraón. Más tarde, Dios
le encomendó la misión de liberar a su pueblo, y Moisés los guió a través del
desierto para llegar a la Tierra Prometida. Durante este viaje, Dios realizó
milagros como abrir el Mar Rojo y entregó a Moisés los Diez Mandamientos en el
Monte Sinaí.
Nacimiento
y salvación
Cuando Moisés nació, el Faraón de Egipto tenía miedo de
los israelitas y ordenó que todos los bebés varones fueran arrojados al río.
Su madre lo escondió por tres meses y luego lo puso en
una cesta en el río para salvarlo.
La hija del Faraón encontró a Moisés en el río y lo
adoptó. Curiosamente, la propia madre de Moisés terminó cuidándolo para ella.
La
misión de Moisés
Dios se le apareció a Moisés en una zarza ardiente y le
encargó la tarea de llevar a su pueblo fuera de Egipto.
Moisés dudó, pero Dios le prometió estar con él y le dio
a su hermano Aarón como portavoz.
Para convencer al Faraón, Dios envió 10 plagas a Egipto.
El
viaje y los mandamientos
Después de que el Faraón finalmente permitió que los
israelitas se fueran, Moisés los guió a través del desierto.
Dios abrió el Mar Rojo para que pudieran cruzarlo de
forma segura y luego cerró el agua para derrotar al ejército del Faraón.
En la cima del Monte Sinaí, Dios le dio a Moisés los Diez
Mandamientos para que los enseñara a su pueblo.

