27 de abril de 2025

DÍA DE LA MADRE 2025

Día de la Madre el primer domingo del mes de mayo.

Festejar a las madres es una tradición conocida ya en el Neolítico y que se traslada a la antigua Grecia, donde se rendían honores a la dios Rea, esposa de Crono y madre de Zeus (el dios supremo), Poseidón y Hades. Los romanos identificaron a la diosa Cibeles, de origen frigio, la reencarnación de Rea y la consideraban la Madre de la Tierra. A esta poderosa diosa se la asociaba con la fertilidad y le rendían culto como protectora de los romanos en la guerra. Los dos leones que la acompañan simbolizan su naturaleza salvaje y guerrera.

Una fiesta religiosa

El cristianismo transformó esta fiesta pagana en una celebración para honrar a la Virgen María. En nuestro país, a partir de una iniciativa del Frente de Juventudes, en 1939 se estableció el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, como el Día de la Madre.

Fiesta comercial y popular

En España, el mes de mayo es el mes de la Virgen María y la tradición católica mantiene diversas celebraciones en honor a la madre de Jesús en esas fechas. Sin embargo, la elección del primer domingo de este mes como Día de la Madre no es una fiesta religiosa, en realidad tiene un carácter comercial y popular, auspiciada por unos grandes almacenes.

Finalmente la Iglesia católica optó por trasladar la festividad al primer domingo de mayo para darle una visión más religiosa y recuperar el auténtico carácter de la fiesta de la Inmaculada del 8 de diciembre. En cualquier caso el Día de la Madre nunca ha sido declarado fiesta oficial.



 




 



 


 


ACTIVIDAD:



 

21 de abril de 2025

TIEMPO DE PASCUA


El tiempo pascual comprende cincuenta días (en griego = "pentecostés", vividos y celebrados como un solo día: "los cincuenta días que median entre el domingo de la Resurrección hasta el domingo de Pentecostés se han de celebrar con alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo" (Normas Universales del Año Litúrgico, n 22).

El tiempo pascual es el más fuerte de todo el año, que se inaugura en la Vigilia Pascual y se celebra durante siete semanas hasta Pentecostés. Es la Pascua (paso) de Cristo, del Señor, que ha pasado el año, que se inaugura en la Vigilia Pascual y se celebra durante siete semanas, hasta Pentecostés. Es la Pascua (paso) de Cristo, del Señor, que ha pasado de la muerte a la vida, a su existencia definitiva y gloriosa. Es la pascua también de la Iglesia, su Cuerpo, que es introducida en la Vida Nueva de su Señor por medio del Espíritu que Cristo le dio el día del primer Pentecostés. El origen de esta cincuentena se remonta a los orígenes del Año litúrgico.

Los judíos tenían ya la "fiesta de las semanas" (ver Dt 16,9-10), fiesta inicialmente agrícola y luego conmemorativa de la Alianza en el Sinaí, a los cincuenta días de la Pascua. Los cristianos organizaron muy pronto siete semanas, pero para prolongar la alegría de la Resurrección y para celebrarla al final de los cincuenta días la fiesta de Pentecostés: el don del Espíritu Santo. Ya en el siglo II tenemos el testimonio de Tertuliano que habla de que en este espacio no se ayuna, sino que se vive una prolongada alegría.

La liturgia insiste mucho en el carácter unitario de estas siete semanas. La primera semana es la "octava de Pascua', en la que ya por tradición los bautizados en la Vigilia Pascual, eran introducidos a una más profunda sintonía con el Misterio de Cristo que la liturgia celebra. La "octava de Pascua" termina con el domingo de la octava, llamado "in albis", porque ese día los recién bautizados deponían en otros tiempos los vestidos blancos recibidos el día de su Bautismo.

Dentro de la Cincuentena se celebra la Ascensión del Señor, ahora no necesariamente a los cuarenta días de la Pascua, sino el domingo séptimo de Pascua, porque la preocupación no es tanto cronológica sino teológica, y la Ascensión pertenece sencillamente al misterio de la Pascua del Señor. Y concluye todo con la donación del Espíritu en Pentecostés.

La unidad de la Cincuentena que da también subrayada por la presencia del Cirio Pascual encendido en todas las celebraciones, hasta el domingo de Pentecostés. Los varios domingos no se llaman, como antes, por ejemplo, "domingo III después de Pascua", sino "domingo III de Pascua". Las celebraciones litúrgicas de esa Cincuentena expresan y nos ayudan a vivir el misterio pascual comunicado a los discípulos del Señor Jesús.

Las lecturas de la Palabra de Dios de los ocho domingos de este Tiempo en la Santa Misa están organizadas con esa intención. La primera lectura es siempre de los Hechos de los Apóstoles, la historia de la primitiva Iglesia que, en medio de sus debilidades, vivió y difundió la Pascua del Señor Jesús. La segunda lectura cambia según los tres ciclos: la primera carta de San Pedro, la primera carta de San Juan y el libro del Apocalipsis.





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CANCIONES DE PASCUA
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INICIAMOS EL TERCER TRIMESTRE DEL CURSO 2024-25




 

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